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| Pixabay. Cristina Tormo Soriano |
Para saber la forma tendremos que analizarla y ver qué partes tiene, cómo se estructura, qué se repite, qué cambia... y teniendo en cuenta todo eso, según el resultado que obtengamos, diremos que tenemos una forma binaria, ternaria, rondó, sonata...
Es decir, lo que tenemos que ver en el material es si sufre:
- Repetición: el material se repite tal cual.
- Contraste: el material es diferente al inicial. Contrasta en algún aspecto melódico, rítmico, tonal, armónico... o la combinación de varios.
- Variación: es el mismo material de base pero tiene modificaciones.
- Desarrollo: si utiliza material que ha aparecido pero el tratamiento es diferente.
Estas pistas nos dirán dónde podemos agrupar fragmentos (a los que llamaremos secciones, subsecciones... según relación de la obra) y nos definirán la función que tiene cada sección para saber si la llamamos de la misma manera o no. Generalmente las secciones (partes más grandes en las que podemos dividir la pieza) se llaman por las letras del abecedario en mayúscula por orden: A, B, C... si hablamos de subsecciones las indicaremos con minúscula: a, b, c... Por contra, si nos referimos a motivos los nombraremos con las letras del final del abecedario: motivo x, motivo y, motivo z...
En relación a eso hoy os adjunto dos recursos que me han pasado últimamente y que me han encantado porque muestran claramente qué es el análisis formal y cómo diferenciar las partes.
En primer lugar os adjunto un video de un grupo llamado Iceberg del Sur que nos muestra de manera práctica cómo se suele estructurar una canción de rock o pop de las que escuchamos al encender la radio:
Evidentemente no todas las canciones (o piezas) se estructuran de la misma manera, por eso tenemos tanta variedad, pero tal como dicen en el video en las canciones se suelen diferenciar las partes de estribillo y estrofa. Esto se adaptaría de una forma superficial a la estructura del rondó simple que consiste en alternar varias secciones contrastantes (coplas) con el estribillo (sección A) dando como resultado la forma: A - B - A' - C - A''... o podríamos hablar también de una forma ternaria desarrollada que alterna estribillo con estrofas. La diferencia entre ambas formas dependerá de otros factores como tempo, compás, textura...
Pero, ¿qué pasa cuando esa combinación no se estructura de esa manera? Pues para eso tenemos la siguiente imagen (lo siento, no conozco la fuente) que deja de manera evidente la diferencia entre las posibles formas musicales representando cada sección por una fruta:
Visto así parece fácil, eh? Pues ahora faltaría traspasar la macedonia de frutas a la partitura...
Evidentemente las frutas no se ven de una forma tan fácil en una pieza, aunque lo que sí que tendremos serán los fenómenos o elementos estructurales que nos ayudarán y darán pistas sobre en qué momento hay cambios de sección. Para conocer cuáles son los fenómenos estructurales podéis consultar una entrada anterior donde compartí una presentación pinchando AQUÍ.
Próximamente iré compartiendo algún ejemplo de cada forma de las que son "de libro", aunque no se os debe olvidar que hecha la ley, hecha la trampa... hay más piezas que NO se adaptan a la forma que nos dicen que debería ser, que las que realmente lo hacen. Por qué? pues porque si todas las piezas fueran iguales, se habría terminado componer hace tiempo puesto que ya estaría todo dicho y todas las piezas serían iguales. La parte buena del análisis es que siempre se encuentra algo nuevo, ahí es donde reside la esencia de cada compositor y lo que demuestra su creatividad.
Esta entrada pretende ser un acercamiento para los alumnos que han terminado armonía y pronto van a empezar con el análisis formal de partituras. Espero que os ayude y sirva para ver las cosas de otra manera...
Hasta pronto!
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